Por la mañana y a bordo del Shinkansen o «tren bala«, puse dirección a Kyoto; serian unas 2.30h de viaje que sinceramente me pasaron a «toda pastilla», gracias a la velocidad del tren y a Natsumi,
una chica japonesa que compartió el viaje a Kyoto conmigo. Estuvimos hablando y bebiendo cerveza japonesa todo el trayecto, me escribió y dibujó los platos mas típicos de la zona en su estilo japones (muy didáctico) y me invito a comer Onigiri (bola de arroz mezclada con diferentes ingredientes). Llegando a Kyoto nos sacamos unas fotos, nos pasamos el contacto y nos despedimos.
Ya en la estación de Kyoto, me encontré con Aya 彩 ( fue un bonito momento ya que hacía casi 4 meses que no nos veíamos) y pusimos rumbo a lo que sería mi primer gran y antiguo Templo en Kyoto, Toji. En este maravilloso templo, todo de madera, es donde se fundó el movimiento religioso de la ciudad y guarda mas de 21 Budas y figuras talladas en un mismo bloque de madera.
Caminando por sus jardines pude sentir la paz que se respira y al mismo tiempo el invierno, grandes contrastes en el color de las hojas caídas de los árboles y el color del cielo. En muchos de los Pabellones está prohibido hacer fotos en su interior, es una lástima la cual respeto al 100%, porque tanto su belleza como su historia son indescriptibles, la gran Pagoda que se observa desde casi todos los puntos del recinto tiene unos 55mde altura y es la estructura de madera mas alta de Japón, es impactante y es el símbolo de Kyoto.
Sobre las 16.30h dan el aviso por megafonía de que no se aceptan mas visitas y se acerca la hora de cerrar (es típico en los Templos). Nos dirigimos a la estación de tren, recogí mi mochila de la taquilla y nos dirigimos a Osaka, donde pondría «la bandera» como campamento base de la primera mitad del viaje!! Esta noche y a pesar de mi jet lag, nos iríamos de «tapas», japonesas claro. (haré un post sobre la gastronomía típica de Japón y de cada ciudad o zona).
Oyasumi nasai (buenas nochessszzzzZzz)
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